sábado, 23 de octubre de 2010

Informe de 2ª sesión Taller Plus - CAM, Sala MNBA, Mall Plaza Vespucio, 18/10/2010

Vista del taller en CAM (Centro de Arte Móvil). Foto de César Scotti.
Tal vez la principal característica de esta sesión, realizada en el Centro de Arte Móvil estacionado en la sala del MNBA de Mall Plaza Vespucio, fue la intimidad. La asistencia de público fue más reducida que en la primera sesión y, debido a que teníamos poco tiempo para trabajar, el diálogo se produjo principalmente entre nosotros, es decir, entre Gustavo Barrera, Ignacio Ramos, Rudy Pradenas, Sergio Pallaleo, Carolina Ibarra y yo, pues Samuel Ibarra no pudo llegar a la sesión. Aún así, nos acompañaron con valiosas preguntas y comentarios Javiera Asenjo y Coco González, entre otras personas, mientras que César Scotti nos tomaba bellísimas fotografías. No puedo esta vez hacer un resumen completo, como la vez pasada, pero puedo explicar brevemente los cambios que hubo en los textos entre la primera y la segunda sesión, lo que haré siguiendo su orden de llegada.
Explicándole a Javiera Asenjo en qué consiste el taller.
Fotograma de video de registro de C. Benavente.
Gustavo Barrera siguió caracterizando el arte chileno en términos de su eurocentrismo, así como su desconexión respecto de "lo popular", pero desarrollando en mayor medida su argumento en relación a la hibridez latinoamericana y al contexto urbano. De manera similar a la exhibición de indígenas fueguinos en el París del siglo XIX, la Casa de Vidrio -mediante lo que él llama, desde la arquitectura, el "estilo internacional"- exhibió hace algunos años atrás "la privacidad de una ciudadana híbrida, fruto de la mezcla, tanto en sus orígenes étnicos como en sus costumbres", originando reacciones diversas y encontradas mediante la cual, no obstante, "estilos de vida masivos y convencionales [...] se miran a sí mismos con curiosidad, o con desprecio, por considerarse carentes de interés, de sorpresa" (p. 4). El vínculo de la cultura popular con la cultura latinoamericana también fue trabajado más estrechamente por Ignacio Ramos en esta oportunidad. En su caso, vuelve a llamarnos la atención sobre la necesidad de "mirar con suspicacia" la constantes enmiendas en la construcción identitaria de los Estados-nación americanos por medio, en particular, de sus folcloristas, ya que en este proceso siempre faltará una "pieza clave". Haciéndose parte de este proceso, da cuenta de un actual "vaciamiento absoluto de lo popular respecto a algunas de las cargas semánticas que han sido claves para su utilización", llamando a revitalizar y descartuchar el país mediante una reivindicación del goce, juntando los cuerpos al ritmos de un "son sabrosón".
Ignacio Ramos, de lentes, nos entrega su opinión.
Fotograma del video de registro por C. Benavente.
Sergio Pallaleo, quien ya había abogado por superar las divisiones discriminatorias entre lo culto y lo popular, añade ahora, no obstante, una caracterización de lo popular vinculada a su simpleza y en tanto "propia expresión de lo latinoamericano". La cultura popular, en su perspectiva, es aquello que permite romper con la tradición europea, afirmando una libertad, y esto es lo que vuelve importante su surgimiento en nuestros países. En su ingreso a este taller, Rudy Pradenas coincide a rasgos generales con este enfoque, aunque dialoga con el poscolonialismo. Hoy en día, nos dice, la cultura popular tiene una acepción vinculada a lo masivo, pero tiene también otra, crítica, que la vincula a lo subalterno, definiéndola como irrepresentable. Si bien es necesario cuestionar nuestra relación empática con esta cultura, pensarla como mero "reproductor" de la hegemonía no es de utilidad, permitiendo las nociones de reciclaje e hibridación ampliar el debate. En el marco de una lucha por el discurso, el arte latinoamericano ha incorporado constantemente el imaginario popular como estrategia de subversión, planteándose "como el catalizador estético de esta subjetividad desbordada entre la dependencia cultural y económica y la constitución de una identidad posible entre múltiples cruces y tensiones". Abordar la relación entre artistas y cultura popular permite pensar la cuestión de los límites entre centro y periferia tanto a nivel local como en una dimensión colonial, pero teniendo presente que lo haremos "desde un arte que, en sí mismo, [...] tiene la condición de ser marginal y marginalizante".

Escuchando la lectura de Rudy Pradenas.
Fotograma del video de registro de C. Benavente.
Sergio Valenzuela E., por su parte, amplía su reflexión esquemática de 12 a 21 puntos. Mientras en su primera entrega perfilaba un plan de acción geocultural consistente en llevar a cabo una residencia en un lugar cercano a Santiago, de manera de aproximarse a lo popular, ahora incorpora la reflexión sobre lo popular en tanto praxis, más que en tanto pensar, y valida por medio de ello su discurso. Asoma en éste un posicionamiento crítico respecto de las elaboraciones teóricas complejas, así como respecto de la propia escritura, la que debiera cumplir un papel concientizador. En el punto 18 señala: "Si escribo debería comenzar así 'Ojalá se despierten los ahueonados...'". En una primera entrega textual, Samuel Ibarra había tratado la cuestión del cuerpo, por lo cual se le solicitó redactar un texto que se ciñera mayormente al tema del taller. En su nuevo escrito, propone investigar lo flaite en diferentes niveles. Basándose en estudios sobre subjetividad juvenil en América Latina, refiere al carácter discriminatorio que reviste el uso del término en la "ciudad neoliberal" y en los medios, cuestión que plantea abordar, por una parte, analizando una suerte de "manifiesto" anti-flaite [publicado en Internet]. Por otra parte, buscando "destramar la visión unilateral que muchas veces las ciencias sociales y también el arte han construido cuando se trata de trabajar la diferencia como tema", propone investigar el caminar y el vestir flaites como elementos de "colonización y descolonización".
Sesionando en el CAM. Foto de César Scotti.
Carolina Ibarra también aportó con un nuevo texto, apéndice del anterior. Mientras su primera contribución versaba sobre la transdisciplina, en su nuevo escrito perfila más brevemente, pero de modo efectivo, la idea de la mezcla de saberes como estallido, desde un lugar de enunciación que es el Mall Plaza Vespucio. Su escrito apunta en general a perderle al miedo a contaminarse con sus imaginarios de consumo "porque la naturaleza es movimiento, ambivalente y transgénica" y porque el mall tiene "leyes propias de ecosistema falso y de atmósfera ficticia a la que no hay que temerle porque nunca vencerá". Por eso, su llamado es a dar "muerte a Baudrillard".
La coordinadora de pie. Foto de César Scotti.
Como coordinadora (Carolina Benavente) y debido a que no teníamos mucho tiempo para trabajar, mi intervención fue mucho más importante que en la primera sesión. En primer término, le solicité a Rudy Pradenas que nos leyera su texto, ya que no había tenido la oportunidad de hacerlo, después de lo cual algunos talleristas le solicitaron explicaciones e ilustraciones, cuestionando, en particular, su visión de lo popular como "subversión" y su crítica de la cultura masiva. Después de ello, invité a cada tallerista a que explicara los cambios ocurridos entre la primera y la segunda versión de sus textos, vinculándolos en particular a sus lecturas de los textos de los demás talleristas, y fui introduciendo a partir de esta revisión diferentes aspectos que debiesen ser tratados mayormente por los talleristas: la dimensión arquitectónica y urbanística presente especialmente en Gustavo Barrera, pero también en Rudy Pradenas, Samuel Ibarra y Carolina Ibarra; las distinciones entre diferentes nociones de lo popular como folclor, masivo, rural, urbano, etc.; una mayor problematización del artista como constructor de lo popular, cuestionamiento que aparece en el texto de Rudy. Los comentarios de Coco González estuvieron principalmente orientados a dimensionar lo popular en una perspectiva histórica, evocando el barroco americano y el éxodo hacia lo rural de la Colonia Tolstoiana, entre otros.
Sergio Valenzuela y Coco González antes de iniciarse la sesión.
Foto de César Scotti.
La sesión se inició a las 19:15 h y cerró un poco después de las 21:00 h, con una duración cercana a las dos horas que no nos permitió ahondar mayormente en los textos, pero sí ir perfilando algunos grandes ejes de la cuestión. Como coordinadora, me comprometí a enviar un esqueleto de base para elaborar el texto colectivo, invitando a los talleristas a reescribir sus textos para la tercera y última sesión, a llevarse a cabo el día lunes 25 de octubre de 2010 en la Casona San Isidro, Depto. de Educación en Artes de la U. C. Silva Henríquez. Una vez que abandonamos el Centro de Arte Móvil, la Sala del MNBA y el Mall Plaza Vespucio, tomamos el metro en dirección al Centro e Ignacio Ramos nos invitó a seguir con la conversación en su casa, cerca de la estación de metro Santa Isabel. Algunos se quedaron allí hasta las 5:00 h de la mañana, afiatándose los lazos entre los talleristas.
Coco González, Rudy Pradenas, Carolina Ibarra, Carolina Benavente
Gustavo Barrera, Ignacio Ramos, Sergio Valenzuela y Sergio Pallaleo
 en las afueras del Mall Plaza Vespucio. Foto de César Scotti (gracias).
La segunda entrega de los textos puede descargarse aquí o bien leerse en el archivo incrustado abajo.

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